Nosotros

Somos una familia. La historia del Sol de Cuernavaca, comenzó hace tiempo, cuando Raquel, Alfonso, Antonia y Antonio, emigraron desde una España decaída a causa de la guerra civil, a mediados de los años cincuenta. Llegaron a México a trabajar en una panadería, donde Antonio y Alfonso trabajaban día y noche como encargados.

Muchos años pasaron hasta que con mucho esfuerzo pudieron independizarse, y decidieron empezar una panadería propia en la Ciudad de México, junto con otros socios, en 1970.

Posteriormente en 1984, decidieron probar suerte en la hermosa Ciudad de Cuernavaca, donde fundaron la primera sucursal de El Sol De Cuernavaca, en la Pradera.

Desde entonces El Sol de Cuernavaca se ha dedicado a la elaboración de todo tipo de pan y pasteles para la venta directa en nuestras instalaciones y también en la venta de mayoreo que realizamos con algunos clientes particulares y otros establecimientos.

Asimismo, surtimos nuestros productos a varios restaurantes y hoteles de primer nivel en Cuernavaca y a pequeños comerciantes que revenden nuestros productos.